Ruta de la Font de la Salut de Olocau
Ruta: Font de la Salut.
Longitud: 506 m.
Desnivel: 40 m.
Dificultad: Baja.
Duración: 30 min.
En la Plaza Mayor, buscamos la calle de Nuestra Señora de los Dolores, a la izquierda de la fachada de la iglesia. Siguiendo por ésta calle, encontraréis a su mitad un edificio a la izquierda que no sigue la ordenación de la calle: es el viejo Horno del Conde, construcción del siglo XVIII.
Pasando por delante del Hogar de los Jubilados y tomando la calle a la izquierda de San José, encontraréis a la derecha la casa de la Señoría del Condado de Olocau.
1ª Parada. La Casa de la Señoría.
Edificio del siglo XVIII, fue mandado construir por el conde Dídac de Fenollet en 1796. Este edificio ocupa parte del solar del viejo palacio de los Vilaraguts, que fue destruido por los terremotos de principio del siglo XVIII. El edificio consta de una planta adscrita a residencia de la familia condal en sus estancias estivales y el resto, el granero, bodega almazara y trujales para el servicio administrativo de las cosechas recaudadas de los vasallos. Es una construcción que responde al modelo valenciano del barroco de casa señorial. Destacamos el frontón triangular de piezas cerámicas de la fachada norte. A su interior, hay que señalar los pavimentos cerámicos de la parte noble y las vueltas llanas de la bodega. Del primitivo palacio de los Vilaraguts, solamente queda la Torre de Pardines, que parece ser de origen romano, transformada por los árabes y después adaptada por los cristianos al palacio medieval.
A partir de la compra del Valle de Olocau, Marines y Gátova por Antoni de Vilaragut y Viscontí en 1368 y la creación del vínculo de este caballero sobre el Valle de Olocau en 1398, en este espacio se construyó la primera iglesia de la villa en 1394, y el palacio de los Vilaraguts. Estos fueron los primeros barones de Olocau, Marines y Gátova, y en 1628 fueran nombrados condes del Valle de Olocau. En 1650, se añadió el título de Marqués de Llanera, con la facultad de que el primogénito podía utilizar cualquiera de los dos.
Dejando a la derecha el conjunto señorial y andando por la calle de la Fuente, a la izquierda encontraremos el muro de las escuelas; al fin de ésta calle comienza, entre algarrobos y pinos, el camino de la Fuente.
2ª Parada. La Peña de Ali-Maimó.
Desde el camino de la Fuente, a la izquierda se ve toda la Peña de Ali Maimó, registrada con este nombre a las Décadas del historiador Escolano, en 1610. Llena todo el horizonte de la villa y, como un telón de fondo, cerca la panorámica de Olocau, entrando al valle por el Collado.
Observad todas las formas de las rocas, los riscos y los diferentes colores de las rocas, juntamente con la vegetación que allí crece; además es una magnifica reserva de flora rupícola, aquella propia de las rocas y lugares muy pedregosos. Comprende comunidades de significación diversa, muchas especias muy particulares y, frecuentemente, reliquias de pasados períodos geológicos. Estando abajo, observaréis la abundancia de higueras de pala, opuntia ficus, que le dan una fuerte personalidad.
3ª Parada. La Rescoladora.
En el camino encontraréis una roca que ha estado cubierta de cemento para facilitar arrastrarse encima. Es la rescoladora actual, ya que la primitiva era una piedra toda brillante donde las personas se arrastraban sobre ella, pero esta fue en parte destruida por la construcción del camino. Algunas leyendas olocauinas hablan de ella.
En este recorrido, a la izquierda iremos descubriendo el caserío de Olocau, la Huerta de Abajo y el curso del barranco de Carraixet, que forma un ancho recodo alrededor del pueblo por después abrirse paso por el Almadec, entre la Peña de la Sella y la del Portitxol, para entrar a los llanos del Camp de Turia.
Situados en la plaza de la Fuente, miraréis a la Peña y veréis el Cortado, que es como un grande bostezo abierto en la roca, lo cual fue descrita por aquel personaje ilustrado que visitó Olocau en agosto de 1792, Josep Antoni de Cavanilles, y que describe en sus Observaciones... hablando de las peñas que rodean Olocau: "Uno de ellos se muy singular; mirado en globo semeja laso ruinas de una fortaleza, y presenta un líenzo de 600 pies de altura casé perpendicular, terminado miedo hiladas sobrepuestas cono poca unión: hállase esta como muralla natural, separada algunas varas del monte contiguo, cortado naturalmente á pico: no se vende allí vegetales, y sólo se descubren rayas obscuras interpuestas entre los bancos y hendiduras de la peña".
4ª Parada. La Font de la Salut.
La Font de la Salut, dedicada a Nuestra Señora de la Salud de Xirivella, fue restaurada en 1952, como nos recuerda una lápida. Anteriormente fue conocida como la Fuente del Ciprés, por un viejo ejemplar de este árbol, el tronco del que aún lo podemos encontrar formando parte del tejado de los Trujales de la Señoría.
El caudal de esta fuente ha estado, hasta la instalación de la agua potable, el principal abastecimiento de agua de la villa. En 1867, la agua de esta fuente fue conducida a la plaza Mayor.
La vuelta al pueblo la podéis realizar por el mismo camino. Sin embargo, también podéis bajar por la senda que hay a la izquierda de la llegada a la fuente y que os llevará a la parte sur del pueblo, por donde entraba el camino viejo de Valencia (la Carretera). Allí, alrededor de la depuradora municipal, estaba el cementerio de los moriscos o "cristianos nuevos", cuyos descendientes fueron expulsados en 1609. Seguid por ésta calle hasta la calle del Maestro Roselló y por esta regresaréis a la Plaza Mayor.