Un largo paseo para tirar la basura en Olocau

Autor: Las Provincias
Fecha: 14/01/2009

Salir a pasear al perro o a tirar la basura son acciones domésticas que, especialmente en estos días gélidos, generan conflictos en los hogares. Resulta un engorro tener que dar ese pequeño paseo para llegar al contenedor. Estas molestias se ven incrementadas para los vecinos de las urbanizaciones La Seu y Cova del Judío, en Olocau, pues esa caminata no es para nada reducida. Tienen que recorrer algo más de dos kilómetros para depositar la bolsa con residuos urbanos. En las dos zonas residenciales hay en torno al centenar de chalés habitados.

"Hemos optado por cargar la basura en el coche", lamenta una de las vecinas, que prefirió permanecer en el anonimato. Los afectados afirman que llevan padeciendo esta situación desde hace 15 años y que han solicitado al Ayuntamiento de Olocau en reiteradas ocasiones que coloque los contenedores más cerca. La última de las reclamaciones fue suscrita por cerca de una veintena de residentes.

La respuesta del Ayuntamiento es que los camiones de basura no pueden acceder hasta sus casas. Estas viviendas tienen entrada a través de caminos estrechos. "Es una excusa porque los vehículos sí pueden recoger los restos de poda. Pagamos contribución como todos los vecinos y no es barata: unos 150 euros anuales", señala otra de las afectadas.

Muchos de los residentes no pagan tasa de basura. Anastasio Ortiz, representante de la urbanización Pla de la Torre (cercana a la Seu y Cova del Judío), afirma que a otros vecinos, en cambio, el Ayuntamiento sí les gira el recibo por la recogida de los residuos. "Yo lo he visto. Figura como voluntario, pero lo se lo cobran por el banco. Ya me dirá qué voluntario es eso".

"Nosotros estamos de acuerdo con que nos cobren una tasa, pero que nos pongan un contenedor, aunque sea a 500 metros de casa, que los niños o nosotros podamos ir a sacar la basura en un momento", señaló la primera residente, que matizó: "Eso sí, que tampoco abusen".

Los vecinos de la Seu y la Cova del Judío consideran que los recipientes son de primera necesidad. Algunos de ellos son personas mayores que no conducen y que tienen problemas para caminar. En esos caso, muchos de ellos optan por acumular la basura en algún rincón del chalé hasta que un familiar las carga en el coche. "Una señora guarda las bolsas durante 10 o 20 días. De vez en cuando viene su hijo, las carga en el tractor y las lleva al lugar donde están los contenedores".

Llegado a este punto existe un nuevo problema. El lugar donde depositan los vecinos de las dos urbanizaciones sus basuras cuenta con cinco contenedores... y más chalés a su alrededor. "Estos vecinos también están hartos por los malos olores. Cuando llega el verano dicen que se los comen las moscas, pues el camión pasa cuando quiere", afirmó Anastasio Ortiz.

Además, como pudo comprobar ayer Las Provincias, alrededor de los cinco contenedores hay residuos amontonados y fuera de las bolsas, que confeccionan una estampa que no es ni mucho menos idílica. "Hoy no hay nada. Tengo fotografías de otras veces en las que había verdaderas montañas de basura".

Otro problema ocasionado por la lejanía de los contenedores es que algunos vecinos han optado por una solución que es medioambientalmente censurable y que ya ha desencadenado en algún que otro reproche por parte de los otros residentes. En la Cova del Judío hay un hoyo que se excavó para colocar un poste de la luz y que ahora se encuentra repleto de escombros y basuras urbanas. En la zona hay botellas de whisky, latas de conservas e incluso pañales. "A una señora tuve que decirle que por favor parasen de tirar basura. Estamos poniendo en peligro incluso nuestra salud".

Fuente: Las Provincias.

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