Autor: Levante-EMV
Fecha: 08/10/2008
El vertedero de la cantera María Rosa de Olocau, gestionado por Girsa, situado en plena Serra Calderona, investigado por un juzgado de Llíria tras una denuncia por usurpación de terrenos y donde la Guardia Civil certificó la existencia de gases nocivos, está sirviendo para acoger restos de obras, muebles, basuras e incluso distintivos policiales a pesar de llevar clausurado más de seis años.
Ni el Ayuntamiento, ni la Diputación (responsable de la gestión de este vertedero y de la utilización del que tiene al lado) ni la Generalitat, encargada de la vigilancia del Parque Natural de la Calderona donde se llevan a cabo estos vertidos, han logrado evitar por el momento que sigan depositándose escombros en esta zona protegida ni se han ocupado de limpiar las basuras que allí se encuentran.
Tal como comprobó ayer Levante-EMV, a las puertas del vertedero clausurado de la antigua cantera María Rosa han sido abandonados una gran cantidad de objetos inservibles, muebles rotos, electrodomésticos que no funcionan, piezas de coche, e incluso varias decenas de insignias de tela de distinta antigüedad de la Policía local de Llíria escondidas bajo un colchón, restos de obras y montones de basura.
El antiguo vertedero, situado a menos de un kilómetro de una zona de viviendas, fue clausurado y sellado en 2001, mientras se abría uno nuevo a su lado.
Los vecinos de la zona denunciaron emanaciones de gases a través de grietas, asegurando que eran nocivos, algo que tanto Diputación como el Ayuntamiento siempre han negado.
Fuente: Levante-EMV.