Autor: El Mundo
Fecha: 08/08/2005
La investigación que se abrió en el vertedero de Olocau en diciembre de 2004 a raíz de las denuncias de El Mundo empieza a dar sus frutos. El primer informe pericial de las catas que se realizaron en el basurero el pasado mes de febrero ha detectado la presencia de gases irritantes y explosivos, lo que ha llevado a la juez de Llíria que investiga el caso a pedir un estudio sobre los materiales vertidos por si fueran residuos tóxicos o incluso radioactivos.
El vertedero de Olocau, explotado por la empresa Girsa de la Diputación de Valencia, estaba autorizado para recibir residuos inertes y no contaminantes, es decir, escombros y restos de obras. Sin embargo, este periódico se hizo eco de las denuncias de vecinos que señalaban que se habían producido vertidos tóxicos e, incluso, aseguraban haber visto tirar residuos a camiones procedentes de Vandellós, una localidad tarraconense famosa por albergar dos centrales nucleares.
Ante las numerosas evidencias, como la presencia de grietas en el terreno de las que emanan gases y un fuerte olor que se extiende por toda la zona, el juzgado de Llíria ordenó realizar diversas catas sobre el terreno. Los primeros resultados no dejan lugar a dudas: el tranquilo paraje de La Paridora (donde se ubica el vertedero) es ahora un fétido lugar donde se acumulan gases peligrosos.
"Los compuestos orgánicos detectados a altas concentraciones pueden provocar irritaciones en los ojos y piel", revela el informe que la Guardia Civil ha remitido a la juez edetana, así como "pueden afectar al sistema respiratorio y sistema nervioso central". Del mismo modo, los gases detectados en La Paridora "pueden formar mezclas explosivas con el aire".
El demoledor informe del Instituto Armado se une a los anteriores realizados por el Seprona en los que se denuncia la presencia de restos de vertidos tóxicos prohibidos. Con todos estos datos, la juez de Llíria ha ordenado que se examinen los restos de los materiales acumulados en el subsuelo del vertedero y que fueron soterrados en su día por los responsables de la empresa Girsa, dependiente de la Diputación de Valencia.
Pese a los numerosos obstáculos que puso la empresa Girsa, El Mundo fue testigo de la extracción de los materiales vertidos en Olocau. Los especialistas de la empresa Algesón utilizaron una enorme y compleja máquina extractora para arrancar de las entrañas del vertedero varios cilindros de tierra que, en principio, debían estar compuestos de materiales de obra y otros restos inocuos. Sin embargo, los técnicos expresaron una gran sorpresa cuando comprobaron que el material extraído del subsuelo de Olocau estaba formado por una especie de "pasta negra" cuya composición y procedencia era "imposible" de determinar hasta que no pasara por un laboratorio especializado.
Las presuntas irregularidades en el vertedero han generado una gran tensión entre los vecinos de las urbanizaciones de Olocau próximas al mismo. De hecho, varios residentes han presentado denuncias contra los gestores de la Sociedad Pozo Perla del Pla, encargados de gestionar el agua de un acuífero cercano que podría verse afectado por el basurero.
Los vecinos aseguran que, a través de las corrientes subterráneas, las filtraciones del vertedero podrían haber alcanzado al pozo y exigen que se investigue si los niveles de contaminación del agua se deben a los vertidos efectuados por la Diputación de Valencia, a través de la empresa Girsa.
Fuente: El Mundo.