Autor: Las Provincias
Fecha: 12/05/2008
Una columna de gas de una grieta ha vuelto a encender las luces de alarma en Olocau. Las lluvias de finales de esta semana pasada han podido ser el desencadenante para que se produzca una grieta en el vertedero, teóricamente de escombros, gestionado por la empresa Girsa en la partida de la Paridera. De ese herida en la tierra ha emanado una nube que refuerza la teoría de vecinos, el propietario de los terrenos y de la oposición, que vienen exigiendo desde hace años que se investigue si se han vertido residuos tóxicos en la planta.
"Era como una columna de humo que se veía a lo lejos", indicó un vecino de la zona que alertó a los agentes de la Guardia Civil. Estos acudieron a levantar parte de lo que había ocurrido. Alguien alertó también a la empresa Girsa. Un operario de esta empresa semipública rellenó ayer por la mañana esta grieta de tierra.
Fue entonces cuando el gas dejó de salir del subsuelo. "El agente de la Guardia Civil dijo que él no estaría trabajando en el lugar del que salía el gas", indicó el mismo vecino, que preguntó a la Benemérita sobre si la columna podía causar intoxicar a los vecinos de las decenas de chalés que hay en la zona.
Hasta el lugar también se desplazó Antonio Ropero, concejal socialista en Olocau, quien reprochó la actitud del Ayuntamiento. "Nadie ha avisado a los vecinos, que no saben si el gas que ha estado emanando durante todo el fin de semana es tóxico. Si algún niño de la zona hubiese caído en la grieta, seguro que no lo habría contado".
Este vertedero explotado por Girsa, empresa semipública dependiente de la Diputación, lleva en marcha, en diferentes fases, desde principio de los 90. Los propietarios de los terrenos han presentado varias denuncias por ocupación ilegal de esas parcelas, algunas de las cuales les han sido favorables.
Uno de los propietarios de terrenos, Pelegrín Máñez, ha presentado varias denuncias en los juzgados al estimar que en el vertedero de Olocau se han depositado residuos tóxicos. Lo que sí es cierto es que en la zona donde se han depositado desechos hay árboles casi secos y se puede percibir un olor como a azufre. El resto es todo un misterio.
"Los compuestos orgánicos detectados a altas concentraciones pueden provocar irritaciones en los ojos y piel. También pueden afectar al sistema respiratorio y sistema nervioso central. También pueden formar mezclas explosivas en el aire". Esta es la interpretación de los resultados del análisis llevado a cabo por el departamento de Química de la Guardia Civil en 2005.
Este informe elaboró a partir de las muestras tomadas tras unas catas que se llevaron a cabo en febrero por orden del juzgado número tres de Llíria, que instruye el expediente contra Girsa y el Ayuntamiento de Olocau por la denuncia que presentó el propietario.
Tras la presión de este dueño y del PSPV en la Diputación, el equipo de gobierno se comprometió a investigar qué tipo de residuos se han vertido en la Paridera. Máñez defendió la teoría de que se hayan traído desechos de centrales nucleares. Si bien eso está por demostrar, la columna que ha emanado del subsuelo durante este fin de semana refuerza la teoría de que algo extraño pasa en ese subsuelo de Olocau.
Fuente: Las Provincias.